Miguel y Norma contraen matrimonio un cinco de enero de 1974. Norma trabajó para el IPSS hasta su partida a Italia y Miguel en el Ministerio de Comercio. Ambos estudiaron en la Universidad Inca Garcilazo de la Vega. Ella es ex-dirigente sindical.
Son una pareja comprometida con la Difusión de Encuentros Matrimoniales, Escuela de Padres y otros.
Como muchas familias tuvieron que afrontar la decisión de separarse para buscar nuevos horizontes, dado el gran problema económico de los años 90. Norma viaja a Italia un 25 de Junio de 1991 dejando a Miguel, con sus seis hijos Betsy (17), Susan (15), Michael (13), Normita Denisse (11), Aldo (4) y Juan Miguel Shamir (3).
Su destino era llegar a Génova sin conocer a nadie y mucho menos el idioma. Inicia a trabajar al tercer día. La tristeza por estar lejos de la familia es tanta que llora constantemente y busca compensar ese vacío estudiando e informándose sobre las leyes italianas. En octubre del 91, Norma participa en la organización de la primera procesión del Señor de los Milagros en Génova.
A los 6 meses su hija mayor Betsy, pide viajar para trabajar, y así, juntas junten más rápido un capital que les permita regresar lo antes posible al Perú. La madre se opone, pero ante tanta exigencia Betsy llega a Italia en diciembre del 91.
Para entonces ya la mamá colaboraba con Caritas de Génova, y Betsy con su juventud, refuerza las energías de la madre, y conjuntamente con una monjita italiana Sor Clara, crean una escuela para domésticas en un local de caritas, y también ahí podían vivir las jovencitas que no tenían familia y se quedaban en ese lugar hasta que se les conseguía trabajo.
Betsy regresa al Perú a regularizar sus documentos en Abril de 1992. Al regreso, confirma que la situación en Perú estaba difícil, que sus hermanitos extrañaban mucho a la mamá y se toma la decisión de juntar a la familia. Norma consigue un contrato de trabajo para el esposo Miguel y para la hija Susan, quienes llegan a Italia en Abril de 1993.
Miguel se une a Norma apoyándola y preparando los domingos las reuniones para todos los extranjeros, con diversas iniciativas, buscando que el grupo se haga sólido y no se pierdan los valores traídos de nuestra Patria.
Con las experiencias vividas en Perú con Los Encuentros Matrimoniales y Escoge, Norma, Miguel, Susan y Betsy, empiezan conjuntamente con padre Marcos a dar retiros, y tardes de compartir.
Ese mismo año se hace la primera fiesta con nuestros bailes, ya que Susan llegaba después de haber campeonado en Marinera Norteña, conjuntamente con su hermano Michael, pero como él no estaba en Italia la acompaño en el baile su padre Miguel.
La familia, ya con 4 componentes, trabaja arduamente como domésticos, las hijas trabajan y estudian pero en su tiempo libre siguen apoyando las diversas iniciativas, Norma empieza a hacer voluntariado para un sindicato y se especializa en leyes de inmigración.
Llegan a alquilar un mini departamento que los connacionales lo denominaban “el consulado” porque sabían que allí encontraban apoyo, conforto como en familia.
Después de tantos sacrificios finalmente llegan los otros 4 componentes de la familia, los más pequeños, Michael, Normita, Aldo y Juan Miguel Shamir, con 16, 15, 6 y 5 años respectivamente.
Su alegría era inmensa, y por ello deseaban que la mayoría de las familias vivieran esta gran emoción de reunir a sus familias, e informaban el modo de hacer las documentaciones.
En diciembre de ese mismo año celebramos la Navidad del Niño Peruano, con un gran espectáculo en un teatro y con otros peruanos que nos apoyaron. Betsy representó a “Hola Yola”, con sus muñecas entre ellas Normita y Susan; por primera vez se exhibió Susan y Michael con los acordes de la Marinera Norteña y el “Grupo Guinda” representado por los pequeñitos Aldo y Juan Miguel Shamir.
Las invitaciones para tener la presencia de la familia Díaz Corsano en diversos eventos no se hizo esperar, y se contribuyó en dar a conocer nuestro Folklore, agregando el Tondero, el Huaylas y el Negroide.
Colaboraron con la petición de un sacerdote latinoamericano para la celebración de sus misas, es así como le enviaron un franciscano Peruano, quien al conocer la experiencia de Norma y Miguel les pidió organizar el Grupo Latinoamericano en la Iglesia Santa Caterina.
Aquí fueron los primeros coordinadores y estuvieron desde el 2000 al 2003, formando al equipo de colaboradores y realizando muchos otros proyectos. El tiempo libre después del trabajo era para dedicarlo a quien lo necesitaba, buscando no descuidar la formación de los hijos y ellos gustosos de colaborar, entre ellos la petición de la sanatoria para los indocumentados con la marcha a Roma, toda la familia en conjunto apoyaba a los que no tenían documentos.
Norma ingresa a trabajar en 1996 en la Federación Regional Solidaridad y Trabajo, logrando ayudar a más personas, en donde aún continúa.
También en el deporte tuvieron papel preponderante, pues Michael y Shamir jugaban para equipos Italianos, pero cuando se conformó la escuadra Peruana que ahora juega en tercera categoría, estuvieron presentes para reforzarla.
Después de haber dedicado tanto tiempo al voluntariado, reflexionaron sobre su futuro, y es así que con el orgullo de sus productos y el amor a su Patria crearon, la pequeña empresa “FAMDICOR” (Fam. Dìaz Corsano) donde comenzamos a vender chompas de ALPACA, wiros y otros productos, participando en diversas ferias en Génova.
Betsy viajó al Perú para hacer un curso de cocina y Pollos a la Brasa y bajo su dirección se abre el Fast food “Rico Rico Antojitos”, donde trabaja con el padre y hermanos.
En estos momentos de crisis mundial desean enlazar un puente económico entre Europa y Latinoamérica, llevar los pequeños capitales e invertir en ambos países, es por eso que haciendo un esfuerzo sobrehumano, Susan Díaz viajó a Lima el año pasado con su esposo y sus dos niños, llena de esperanza invirtiendo es su país ha abierto un restaurante italo Peruano y deseosa en hacer crecer a sus hijos en su Patria y enseñarles a amar a nuestro Perú como sus padres le enseñaron a ella.