Inventor –Empresario –Motivador
EL 5 de abril de 1943 nace en el departamento de Huánuco Víctor Raúl Canepa. En él ha sido una constante el no poder evitar desarmar sus juguetes para conocer cómo funcionaban. Porque para él, descubrir era más importante que jugar y siempre hizo todo para satisfacer sus deseos de entender todo aquello que despertaba su curiosidad. Su niñez sucedió entre su tierra, Huanta, (Ayacucho) Huancayo (Junín) y Lima.
El joven Víctor Raúl fue creciendo y maravillándose con las cosas que encontraba a su paso. La primera vez que vio a un hombre caminar por una cuerda fue tal su fascinación, que no se sintió contento hasta intentarlo y comprobar que en realidad se trataba de un acto bastante sencillo.
Señala que desde su niñez y adolescencia aprendió a trabajar bajo el ejemplo de su padre, y se instruyó gracias a maestros inolvidables como Abraham Aramburu, Flavio Valladolid y de manera especial a personajes como: Francisco Pino, Francisco Acevedo e Iván Socolich.
Víctor comenta que no fue un buen alumno, y agrega que eso era porque siempre trataban de enseñarle algo muy distinto a lo que él quería aprender, al terminar secundaria en el “Politécnico Regional del Centro”. Al llegar a Lima estudio en la universidad, retirándose desilusionado al darse cuenta que solo se trasmitía teoría en las aulas. El siempre tuvo claro que educar significa sacar algo de la persona que la ayude a que se manifieste lo que permanece latente en ella pero eso no se viene haciendo, comprende que educar no consiste en verter conocimiento en el educando, todo lo contrario educar es sacar ese algo que desde siempre permanece en el interior de todos. Solamente así es posible cumplir con el propósito de nuestra vida.
Anhelaba formarse para la vida y no iba quedarse en el camino. Fue entonces que decidió que él se daría su propia universidad: Se propuso aprender a hablar en público, para dicho fin ingreso a la editorial Lozada para venta de libros, actividad en la que lo capacitaron a aprender a expresarse bien, desarrollando habilidades en la oratoria. Luego quiso aprender hidráulica e ingresó en la empresa Marco Peruana del Callao con las bolicheras- embarcaciones destinadas a la pesca-. Después, su interés de aprender mecánica fina pudo lograrlo en la Casa Murdoch, donde aprendió sobre computadoras impresoras, dictáfonos, multigraf, adresograf, costometros, relojes con cristal de cuarzo, entre otros.
Más tarde, se dedicó a ilustrar los manuales del Instituto Franco Peruano y luego los manuales de instrucción de la Escuela Militar de Ingeniería.
Luego se propuso averiguar si podía trasmitir lo que había aprendido y si poseía la capacidad de enseñarlo a otros, entonces trabajó como profesor en el Instituto Industrial José Félix Iguaín y aunque le gustó mucho aquella experiencia, solo se quedó en ese cargo por tres años.
Posteriormente, entendió que era tiempo de seguir aprendiendo en otros campos.
Se entusiasmó con la carrera de ingeniería mecánica industrial en la cual se sintió más cómodo, pero la universidad fue cerrada durante el gobierno militar de aquellos años. Víctor Raúl, cuenta que para obtener algunos ingresos durante sus años como estudiante, también incursionó en la elaboración y venta de artesanías. Fue en esa etapa de su vida en la que el inventor empezaría a vislumbrar lo que sería su futuro. Muchos de sus clientes le comentaban preocupados sobre los robos a sus viviendas o locales de negocio, como un problema al que nadie estaba prestando atención y que era necesario resolver. El joven Víctor Raúl no olvidaría aquellos reclamos.
El surgimiento de un inventor
El confiesa sentirse afortunado porque las ideas siempre fluyeron en su mente con espontaneidad, y eso le ha permitido llegar a soluciones de manera rápida. Por eso, son muchas sus creaciones desde temprana edad. Cuando tenía solo nueve años logró un sistema de amortiguación para su bicicleta, más adelante construyo una bicicleta de doble tracción, luego un fonógrafo (vitrola) que contaba con eco y reverberancia, una máquina para generar electricidad que no consumía combustible, un sistema de calefacción que le permitía pasar las zonas más frías como Ticlio.
El inventor y sus otras pasiones
Por si fuera poco Víctor Raúl cuenta que desde hace veintiocho años realiza charlas y conferencias de motivación en el Perú y en el extranjero llegando a colegios, Institutos, Universidades, Municipalidad o donde lo inviten, porque para Víctor Raúl todas las personas poseen una gran cuota de inventiva y creatividad, solo que algunas, esto se acentúa más que en otras. Asimismo ha publicado, un libro de autoayuda para que las personas dejen de ser actores y pasen a ser protagonistas.
https://www.facebook.com/vraulcanepamotivador
Reconocimientos
- Reconocido en Estados Unidos de Norte América como:“Gran Innovador Americano”.
- Reconocido en China como: “Gran Mente Creativa”
- Inotec Perú 2012 Premio Nacional SINACYT a la innovación
- INDECOPI Otorga el presente reconocimiento por su contribución al desarrollo de una cultura a favor de la utilización del sistema de Patentes del Perú
- Medalla de Honor del Congreso de la República.
- Medalla de Honor a un ilustre HUANTINO
- La Universidad Cesar Vallejo reconocimiento de Profesor Visitante Distinguido.
- III Congreso Internacional de Ingeniería del Cuzco expositor Peruano
- II Congreso Internacional de Ingeniería Electrónica de Trujillo como expositor Peruano
- Dr. Honoris Causa grado honorífico otorgado por el Consejo Superior Internacional de Prensa.
53 Diplomas de Honor otorgados por Universidades y diversas Organizaciones
(Universidad de San Marcos, Universidad La Cantuta, Universidad Cesar Vallejo, Universidad Privada del Norte, Universidad de Huamanga, Universidad San Antonio de Abad del Cusco, Universidad de Trujillo, etc).